Los despidos nulos e improcedentes son frecuentes en España. Y aunque suelen resolverse con la sentencia de un juez a favor o en contra de la readmisión del empleado, en ocasiones el problema continúa. Si la empresa no acata la orden del juez, podría derivar en la obligación de pagar al trabajador una indemnización por no readmisión.
Cuando un tribunal español dicta una sentencia en contra de un despido, puede hacerlo de dos maneras: declararlo improcedente o considerar que es nulo.
En el último de los dos casos mencionados, la única opción a la que puede optar la empresa es reincorporar en su plantilla al empleado afectado. Pero si, en cambio, un juez declara el despido improcedente, la compañía puede elegir entre reincorporar al empleado o indemnizarlo.
El proceso para la indemnización
1) Tras recibir la notificación de la sentencia en contra del despido. La compañía debe pronunciarse sobre su intención de readmitir al empleado afectado o indemnizarlo y evitar su regreso a la compañía.
En caso de que la compañía opte por la readmisión, deberá comunicarlo por escrito al trabajador en los diez días siguientes a aquel en que la sentencia fue notificada. Deberá indicar la fecha de su reincorporación al trabajo. Está deberá efectuarse en un plazo no inferior a los tres días siguientes al de la recepción del escrito.
Si la empresa no lo comunica, por ley se asume que el trabajador puede volver a su puesto de trabajo.
A partir de este momento, debería de producirse la reincorporación del empleado, respetando las condiciones de contratación vigentes en el momento del despido. Si el regreso a la empresa no se produce o no se hace de manera adecuada, la compañía estaría incurriendo en uno de estos tipos de faltas:
- Incidente de no readmisión: en caso de que la empresa nunca llamara al empleado para que volviera u obstaculizara su regreso.
- Incidente de readmisión irregular: la compañía sí permite al empleado volver, pero lo hace con condiciones laborales inferiores a la que tenía en el momento de ser despedidos (sueldo inferior, reducción de funciones, empeoramiento de horario, etc.)
2) En caso de no ser readmitido, o no en las condiciones adecuadas. El empleado debe presentar una demanda de ejecución. A partir de esta solicitud, el juez debería de iniciar un proceso para que se lleve a cabo la ejecución de la sentencia.
3) Esta acción provocará que el magistrado inste a la empresa a cumplir la sentencia, mediante una notificación. Si aun así no lo hiciera o no respondiera a la notificación, el juez convocaría a una vista oral.
4) En la vista oral, se deberá probar que la empresa se negó a readmitir al empleado, o a hacerlo en las condiciones pertinentes. Una vez hecho esto, el juez procederá a extinguir la relación laboral, con fecha de efectos del día de celebración de la vista oral.
5) El juez resolverá mediante auto, condenando a la empresa a abonar los salarios que se dejaron de percibir desde el despido hasta la vista oral. Y también la indemnización correspondiente al despido improcedente.
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