Un juzgado de lo social de Tarragona ha dado la razón a una mujer que pedía a la empresa en la que trabaja mantener su horario actual (de mañana) para poder seguir cuidando a su hijo hasta que tenga 14 años. El joven está a punto de cumplir 12 años. La sentencia obliga a la empresa a adaptar la jornada laboral y el horario a una madre. Aunque el estatuto de los trabajadores contempla esta opción hasta los 12 años.
Se da la circunstancia de que el Estatuto de los Trabajadores fija en los 12 años la edad en la cual los y las trabajadoras pueden solicitar las adaptaciones en cuanto a la duración y distribución de la jornada de trabajo para poder conciliar la vida laboral y familiar.
La sentencia entiende que, debido a las circunstancias de la madre y del niño, el límite de los 12 años no es «un tope infranqueable si se demuestra que existen unas necesidades».
Familia monoparental: razón clave para adaptar su jornada laboral
En este caso se trata de una familia monoparental. Los padres están separados y el hombre no cumple con el régimen de visitas ni le pasa la pensión alimenticia al niño. La madre tiene la custodia en exclusiva.
El niño, además, tiene problemas ‘psicofísicos’. Según consta en la sentencia, una psicóloga señala que «es muy importante que (el niño) crezca en un entorno que le aporte estabilidad emocional, seguridad y confianza… Es necesaria la supervisión constante de un adulto, rutinas y hábitos definidos».
La madre, por su parte, tiene una discapacidad reconocida del 33% y no cuenta con familiares, más allá de su madre, muy mayor, para que le ayude.
Así pues, tras la sentencia la mujer seguirá trabajando de lunes a viernes de 6 a 14 h. en la estación de servicio en la que desarrolla su jornada. Una de las cosas que alegaba la empresa para no permitirle seguir con el ajuste de jornada está en que su horario causa un perjuicio a sus compañeros, que no pueden disfrutar de más fines de semana. La sentencia, no obstante, dice que esto no ha podido ser acreditado.