El acoso laboral puede clasificarse de diferentes maneras según nos refiramos a quién lo ejerce dentro de la jerarquía o al objetivo que persigue. En esta ocasión nos centraremos en esta última clasificación: el acoso laboral según el objetivo.
Tipos de acoso laboral
En otros artículos hemos mencionado los tipos de acoso laboral o mobbing que existen. Así, encontramos el vertical, que se produce cuando el acoso se produce entre personas de diferente categoría.
Dentro de este, distinguimos el acoso vertical ascendente, que es el más común, y el descendente. El primero de estos tiene lugar cuando una persona acosa a otra que tiene un puesto inferior a ella en la escala jerárquica. Se presenta como el tipo de acoso que más se da, debido a la situación de poder.
Por otra parte, el acoso horizontal hace referencia al acoso que se produce entre personas que se encuentran a un mismo nivel. Hablaríamos, entonces, del mobbing entre compañeros/as. Aunque pueda resultar menos peligroso, las consecuencias sobre la víctima son igual de graves.
Además de estas categorías, podemos clasificar el acoso laboral según el objetivo de este. ¿Qué significa esto? Pues que el mobbing puede perseguir distintos fines. A pesar de tratarse siempre del entorno laboral, la finalidad que persigue el acosador puede variar.
A continuación conoceremos los diferentes tipos de acoso laboral según el objetivo.
Tipos de acoso laboral según el objetivo
Dentro de los tipos de acoso laboral según el objetivo, podemos encontrar cuatro modalidades bien diferenciadas. Conocer las causas o el objetivo que se busca con el mobbing nos permite entender mejor la situación y nos ayuda a buscar las herramientas necesarias para ponerle fin.
En Tierno Centella contamos con un equipo de profesionales que posee una larga trayectoria en acoso laboral. Con la ayuda de expertos será más sencillo y rápido acabar con este entorno laboral injusto y dañino para la salud de la víctima.
Acoso laboral estratégico
El mobbing estratégico, dentro del acoso laboral según el objetivo, aparece como institucional o descendente. Esto es, lo ejerce la propia empresa como una institución frente a un/a trabajador/a o grupo de estos.
Este acoso laboral es parte de la propia estrategia de la organización. De este modo, se ejerce presión sobre la plantilla para conseguir una serie de objetivos. Por ejemplo, puede lograrse así que un/a trabajador/a decida rescindir su contrato.
Cuando esto sucede, la empresa se ahorraría el pago de una indemnización. No tendría lugar un despido improcedente con la correspondiente indemnización, sino que la propia víctima terminaría de forma voluntaria su contrato.
Acoso laboral directivo o de gestión
El segundo tipo de mobbing dentro de la clasificación del acoso laboral según el objetivo es ejercido por parte del equipo directivo de la empresa. La finalidad es muy similar a la de la categoría anterior. La diferencia está en que no es una estrategia de la organización en sí, sino que es llevada a cabo por quienes dirigen dicha empresa.
De igual modo, en este tipo de acoso laboral según el objetivo, se busca prescindir de una persona poco conformista o que conoce sus derechos laborales. También, cuando es una persona formada académicamente y con habilidades notables frente a las de sus superiores. La capacitación es hoy en día un problema en los entornos laborales competitivos y en aquellos en los que el equipo directivo mantiene su posición por veteranía y no por sus aptitudes.
Otra finalidad de este acoso laboral según el objetivo es instaurar miedo en la plantilla. Así, las amenazas de despido y la presión para alcanzar una determinada productividad mantendrán a los/as trabajadores/as en tensión. Sin embargo, esta forma de gestión es contraproducente, y lejos de motivar, ocasiona ansiedad y estrés.
Acoso laboral perverso
El tercer tipo de acoso laboral según el objetivo no tiene una finalidad propia del trabajo. Es decir, el acosador tiene un perfil psicológico de persona manipuladora. Por tanto, lo único que se busca es la propia satisfacción de quien ejerce este acoso, que al presentar una psicopatía y un carácter perverso, disfruta causando malestar a otras personas.
Esta modalidad de acoso laboral según el objetivo es la más difícil de resolver. Las dinámicas de trabajo no logran ningún resultado ya que los motivos no se deben a fines laborales. Además, resulta difícil probarlo porque suele darse sin testigos. Es común entre personas del mismo nivel y en el mobbing ascendente.
Acoso laboral disciplinario
Este es el último tipo de acoso laboral según el objetivo. Se ejerce como un castigo hacia la persona que ha desobedecido o que no se amolda a la dirección o gestión de la empresa. Tiene lugar en entornos laborales autoritarios. Hay que tener en cuenta que un/a superior aparentemente empático puede esconder tras de sí a una persona insegura que busca manipular.
Esta modalidad se emplea con personas que denuncian fraude o injusticias en una organización, quienes encadenan bajas laborales, mujeres embarazadas y cualquier otro colectivo que suponga una amenaza para la productividad o el funcionamiento de la empresa, según las directrices marcadas.